Recientemente he leído en un periódico de mi provincia una noticia que informa sobre el rápido aumento de la creación de nuevas casas de turismo rural en Burgos.
No es que le haya dado ahora a todo el mundo por dedicarse al incierto (y más en tiempos de crisis) y sacrificado mundo del Turismo, sino más bien se ve como una forma más de tener unos ingresos extras en estos tiempos difíciles que estamos atravesando.
Ya de por sí el regentar una casa de estas características se tiene que considerar como una actividad extra supeditada al trabajo habitual del propietario, pero es que ahora, en esta crisis, la gente está aprovechando para rentabilizar la "casa del pueblo" convirtiéndola en casa de turismo rural en cualquiera de sus modalidades (de alojamiento compartido, alquiler completo, centro de turismo rural o posada rural según las leyes de Castilla y León).
De hecho los datos del Servicio Territorial de Turismo de Burgos así lo confirman: de los 285 establecimientos con que contaba la provincia a principios de 2008 se ha pasado, solo en dos años, a 400 casas. Un crecimiento del 40%.
Esta claro que este repentino aumento no responde a otra cosa que la necesidad imperiosa de obtener dinero extra hasta que la crisis pase, puesto que el sector del Turismo es el que, precisamente, más ha sufrido con la actual situación económica. Para muestra un botón: el año pasado la ocupación media de los establecimientos de turismo rural se situó en el 17% y eso teniendo en cuenta que Castilla y León es líder en turismo de interior en nuestro país.
Así que ya saben, si tienen ustedes una casita en el campo que mejor que convertira en casa de turismo rural.
Eso sí, no esperen obtener ayudas de las administraciones publicas, hace tiempo que ya no subvencionan la creación de estos establecimientos.
No todo podía ser de color de rosa...
